Cerca del 85% de la población mundial se identifica con una religión u otra. Por lo tanto, la inmensa mayoría de los seres humanos, miles de millones de personas, cree en la existencia de lo sobrenatural, una realidad que no responde a las leyes de la naturaleza. Y una vez abierta la puerta al mundo espiritual, muchas cosas son posibles: almas que viajan al más allá, que regresan a la esfera terrenal o quedan atrapadas en ella, y que pueden interferir con nuestro mundo a través de apariciones, voces u otras manifestaciones. Hay quien alega que, basándose en la primera Ley de la Termodinámina enunciada por Albert Einstein (la energía no se crea ni se destruye, sino que se transforma), tendría todo el sentido que existiesen los fantasmas, puesto que serían la energía resultante de nuestro ser cuando muere, que en lugar de desaparecer, adquiriría otra forma. Sin embargo, lo que sucede con la energía de nuestros cuerpos al morir es que se libera en forma de energía calorífica a través de p...