Edwin Powell Hubble (1889–1953) fue un astrónomo estadounidense cuyo trabajo transformó radicalmente nuestra comprensión del cosmos. Antes de él, se creía que el universo se limitaba a la Vía Láctea, una noción heredada desde el siglo XIX y defendida por figuras como Harlow Shapley. Sin embargo, gracias a sus observaciones meticulosas en el Observatorio del Monte Wilson, Hubble demostró que el universo era mucho más vasto de lo imaginado.
Su descubrimiento más trascendental ocurrió en la década de 1920, cuando utilizó el telescopio Hooker de 2,5 metros, el más potente del mundo en ese entonces. Observando la “nebulosa de Andrómeda”, identificó estrellas variables Cefeidas, cuya luminosidad intrínseca ya había sido calibrada por Henrietta Swan Leavitt. Mediante sus periodos de pulsación, Hubble calculó la distancia de Andrómeda y comprobó que estaba muchísimo más lejos que los límites de la Vía Láctea. Aquello implicaba que Andrómeda no era una nebulosa dentro de nuestra galaxia, sino una galaxia independiente: la primera evidencia empírica de un universo compuesto por miles de galaxias.
Pero Hubble no se detuvo ahí. En 1929 publicó otro hallazgo crucial: la ley de expansión del universo, conocida hoy como la Ley de Hubble. Analizando los espectros de varias galaxias, notó que sus líneas espectrales estaban desplazadas hacia el rojo, lo cual indicaba que se alejaban de nosotros. Además, la velocidad de recesión era proporcional a su distancia: cuanto más lejos una galaxia, más rápido se alejaba. Este fenómeno —explicado físicamente por el corrimiento al rojo Doppler— implicaba que el universo mismo se estaba expandiendo, un descubrimiento que más tarde inspiraría el desarrollo del modelo del Big Bang.
La ley de Hubble consolidó un cambio de paradigma: el cosmos no era estático, sino dinámico. Paradójicamente, Albert Einstein, que había introducido una “constante cosmológica” para mantener su modelo de universo estático, calificó luego su propia modificación como “el mayor error de su vida”, tras aceptar la evidencia de Hubble.
Más allá de sus aportes empíricos, Hubble también contribuyó a clasificar las galaxias según su morfología. Su famoso diagrama en forma de diapasón (el “diagrama de Hubble”) organiza las galaxias en elípticas, espirales y lenticulares, una clasificación que aún se utiliza y que constituye una herramienta esencial en la astronomía extragaláctica.
A lo largo de su carrera, Hubble fue reconocido internacionalmente, aunque nunca recibió el Premio Nobel, ya que en su época la astronomía no se consideraba una rama de la física. Sin embargo, su legado trascendió a tal punto que el Telescopio Espacial Hubble, lanzado en 1990, lleva su nombre como homenaje. Este observatorio orbital ha permitido observar los confines del universo visible, extendiendo la visión que Hubble abrió desde la Tierra.
Comentarios
Publicar un comentario