Rosalind Elsie Franklin (1920–1958) fue una química y cristalógrafa británica cuya precisión científica y visión meticulosa cambiaron para siempre la biología molecular. Sin embargo, su nombre permaneció durante décadas en las sombras de la historia, eclipsado por el reconocimiento que otros recibieron gracias a los datos que ella produjo. Hoy, su figura es reivindicada como una de las mentes más brillantes del siglo XX y una pionera en la comprensión de la estructura más fundamental de la vida: el ADN. Franklin nació en Londres en el seno de una familia judía culta y progresista. Desde pequeña mostró un interés inusual por la ciencia y una mente analítica que la distinguía de sus contemporáneos. Estudió química en el Newnham College de la Universidad de Cambridge, donde se graduó con honores en una época en que pocas mujeres tenían acceso a la ciencia académica. Su carrera comenzó en el Laboratoire Central des Services Chimiques del Estado, en París, donde aprendió técnicas avanzadas...