La piel utiliza la luz solar para ayudar a producir vitamina D, la cual es importante para la formación normal de los huesos. Pero a veces, los rayos ultravioleta pueden ser muy perjudiciales. Cuando te quemas con el sol, no son las células de tu piel las que se dañan y mueren, en realidad es el ADN el que es dañado y luego las células deciden morir para evitar su diseminación de las células dañadas.
Alberto R. Kornblihtt, ha encontrado que la radiación UV hace que las células humanas creen proteínas que activan la muerte celular (apoptosis), una vía de seguridad intrínseca. Las quemaduras solares son más comunes en personas de piel clara cuya piel carece del pigmento protector melanina. La exposición prolongada a los rayos del sol puede envejecer la piel prematuramente y aumenta el riesgo de cáncer de piel.
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